25 de marzo de 2007

Las escalas de los objetos en el Cosmos




A la hora de considerar el desplazamiento en el espacio-tiempo de los objetos masivos se puede hacer a diversas escalas:
Una escala media, la que de manera natural corresponde a los seres vivos que hay en la Tierra, como los animales y el hombre; es una escala visible a nuestros ojos, que va desde unos milímetros hasta muchos kilómetros y que corresponde a los desplazamientos de los objetos y de los seres vivos en el ámbito terrestre. Estos movimientos se rigen por las leyes de la física clásica, la física de Newton.
Una escala grande, que se refiere a los desplazamientos de los objetos en el espacio, tales como planetas, estrellas, galaxias... Estos movimientos hay que estudiarlos desde una perspectiva física más amplia: la física relativista de Einstein, teniendo en cuenta conceptos tales como la relación espacio-tiempo, la curvatura espaciotemporal, la velocidad de la luz, la relación materia y energía según la famosa fórmula e = mc2 y la transformación de una en la otra, los efectos gravitatorios ejercidos sobre el tejido espaciotemporal por los cuerpos masivos, y fenómenos y estructuras que a la luz de la física de Einstein se han descubierto posteriormente tales como los agujeros negros, la materia exótica con energía negativa, los agujeros de gusano... estos últimos son mas bien posibilidades teóricas demostradas matemáticamente, más que realidades observadas, por ahora....
Una escala pequeña, a nivel de partículas subatómicas y de átomos; aquí, los movimientos están regidos por las leyes de la física cuántica. Estas partículas, en especial las subatómicas, se comportan de una forma bastante extraña para nosotros y si el mundo del espacio y del universo, a gran escala, es poco conocido, el mundo de lo ultramicroscópico lo es menos. Estas leyes de la física cuántica, también llamada mecánica cuántica, subyacen también en el reino de lo grande, pero raramente se muestran allí. Entre los fenómenos que predice la mecánica cuántica están el principio de incertidumbre, la dualidad onda-partícula y las fluctuaciones del vacío. Estos principios nos llevan a una serie de interpretaciones extrañas y curiosas de nuestro universo y de nuestra realidad, que se acercan a interpretaciones filosóficas más que físicas.


16 de marzo de 2007

Futuro optimista del hombre IV




También son importantes los logros en medicina y en ingeniería genética. Cada vez tienen más éxito los transplantes de órganos y los implantes de órganos artificiales. Las operaciones se realizan con tecnología cada vez más sofisticada; el bisturí va siendo sustituido por otras herramientas más eficaces como el láser, los ultrasonidos, las microcámaras, tejidos artificiales, etc. Las enfermedades genéticas serán cada vez mejor superadas, gracias a la sustitución de genes defectuosos por genes sanos. Incluso se habla de la mejora de la especie, en este sentido. También, si los métodos de clonación se perfeccionan, se podrían obtener superhombres clónicos, aunque con fines diversos, no siempre positivos. Todos estos avances nos conducirían a la superación de enfermedades y de muchos inconvenientes de la vejez, con lo que la población cada vez tendría una mejor calidad de vida y una edad media más elevada. ("Homo supersanus") Estos avances, positivos, favorecerían un aumento de la población humana, ya de por sí cada vez más elevada, lo cual daría lugar a una competencia cada vez mayor, y a un recrudecimiento de guerras y matanzas. Al final, se podría lograr una población mundial con una alta tecnología, y con una regulación estricta de la natalidad, siempre y cuando el potencial reproductor de la especie humana no se viera mermado por este desarrollo tecnológico, los nuevos hábitos de vida y la contaminación ambiental, tal y como está sucediendo actualmente en muchos países desarrollados.

Hay otros retos todavía más fantásticos. Recordemos la infrautilización del cerebro humano. Se podrían desarrollar los poderes paranormales que actualmente solo unos pocos privilegiados poseen, mediante técnicas adecuadas. ("Superhomo paranormalis") ¿Cuáles son estos poderes paranormales? Son de variado tipo: La telequinesia, es decir mover objetos con la mente; la telepatía, es decir la adivinación del pensamiento; la adivinación de hechos futuros y pasados; la curación de enfermedades por medio de la mente y de las manos; la hipnosis de personas para controlarlas o descubrir hechos que les han sucedido y que no recuerdan; el desdoblamiento de la persona espiritual del cuerpo y viaje más o menos distante respecto al cuerpo de ésta, con regreso al mismo (viaje astral); la visión de fenómenos invisibles para las personas normales, como auras de personas, apariciones, etc.; la capacidad de comunicarse con los espíritus y fantasmas (mediums). Estos poderes, parece ser que los presentan determinadas personas "especiales", aunque normalmente cada una de estas personas especiales es poderosa en uno determinado, no en todos. El ejercicio de estas capacidades tiene el peligro de que se realice con fines negativos, es decir para dañar a otras personas, en lugar de ayudarlas, ya que hay poderes como la hipnosis que pueden tener un doble uso; en cambio otros, como la curación, son beneficiosos y otros son indiferentes. Este es el gran reto en el desarrollo de técnicas para favorecer algunos de estos poderes.

En fin... estas son alternativas posibles, y por supuesto no resueltas, ya que son futuribles, de la evolución humana.

2 de marzo de 2007

Futuro optimista del hombre III





Otra posibilidad puede ser la evolución de los hombres hacia androides; es decir la fusión del hombre y la máquina. ("Homo roboticus"). Sería un hombre ideal para colonizar el espacio. Esta imagen futurista es familiar en ciertas películas de ciencia ficción y actualmente se están realizando avances que pueden apuntar hacia ese camino. Por ejemplo ya se están fabricando los primeros neurochips y se construyen microchips cada vez más diminutos; la implantación de éstos en el cerebro no parece un hecho muy lejano... Un primer paso pudiera ser el hombre informático, ("Homo informaticus") con su traje inteligente y lleno de sensores, plagado de miniordenadores portátiles que pueden estar conectados sin cable con ordenadores madre centrales. Un peligro de este camino es que en la fusión del hombre con la máquina, venza esta última y prevalezcan en los androides los potentes poderes del ordenador, esclavizando así a las esencias biológicas de tipo humano, tal y como se muestra en algunas películas futuristas como "Matrix"; el hombre es vencido por sus criaturas metálicas, los robots androides, que se apoderan de los genes humanos (biochips) y se rebelan y autonomizan. En este sentido, son inquietantes las declaraciones del físico Stephen Hawking según las cuales es conveniente mejorar la raza humana mediante ingeniería genética, sobre todo en cuanto a la inteligencia se refiere, pues si no en un futuro los ordenadores podrían llegar a superarnos y a controlarnos, dados los avances que se están haciendo en inteligencia artifical. Otra variante es que el hombre llegue a crear robots semejantes a el mismo, con sentimientos y emociones, y que estos, suplanten a la especie humana cuando desaparezca. (Este tema se trata en la película "Inteligencia Artificial"). Otro aspecto de este mundo informático es la construcción de la realidad virtual que puede dar lugar a una doble vida en el hombre: la real y la virtual. Los hombres enganchados a la realidad virtual podrían adquirir también el tipo de personas cabezonas con cuerpos más atrofiados, al no usar su musculatura. ("Homo virtualis")