21 de noviembre de 2006

Hombre espacial




¿Qué nos aguarda en el futuro? ¿Qué derroteros evolutivos seguiremos? Es difícil contestar a estas preguntas pero se puede especular con varias alternativas.

Una de estas alternativas es el hombre espacial ("Homo espacialis"). Hemos visto como la especie humana tiende, como todo ser vivo, a multiplicarse y a expandirse. Surgió en África, conquistó el continente, luego se extendió a Eurasia y por último a las Américas. Actualmente es la especie de vertebrado dominante en toda la Tierra; sus medios de comunicación son tan poderosos, que ya no existen ni distancias, ni barreras geográficas entre las diferentes poblaciones humanas; esto a la larga, traerá cada vez más una mayor uniformidad entre los pueblos, ya que estos se hibridan entre sí y las razas humanas tenderán a uniformarse. En la segunda mitad del siglo XX, el hombre se ha lanzado a la conquista del espacio... La Tierra se le queda pequeña. A finales de los 60 comenzó por ir a la Luna; todavía no ha pisado otros planetas pero ya ha mandado sondas espaciales hasta los planetas más alejados del Sistema Solar y está recogiendo información de éstos y de lugares más alejados del Universo, utilizando telescopios en órbita como el Hubble. Ya se han descubierto más de cien planetas extrasolares (algunos, de un tamaño similar a La Tierra) y un sistema planetario similar al nuestro, y se calcula que puede haber con facilidad vida inteligente en nuestra galaxia y por supuesto en otras. (Es probable que la inteligencia sea un proceso evolutivo natural de ciertas formas de vida, siempre y cuando se den las condiciones ambientales necesarias y el tiempo suficiente). El proyecto SETI trata de detectar señales de esta vida. Se está trabajando en fletar estaciones espaciales habitadas y en un futuro no muy lejano se pretende enviar hombres a Marte.
Así que es de esperar, que una parte de la población humana colonice el espacio, a más o menos plazo, en estaciones espaciales permanentes, a modo de ciudades orbitales, o bien en planetas del Sistema Solar como Marte, una vez acondicionado o bien satélites como la Luna o de los planetas gigantes como Europa, Ganímedes, Calixto, Titán, etc.; y en un futuro más lejano puede que explore otros sistemas estelares...

Según el profesor Gaetano Rotondo, experto en medicina aeroespacial, "nuestros nietos no tendrán la vida en las estrellas nada fácil: su físico cambiará y tendrán que aprender a desenvolverse sin fuerza de gravedad. Sufrirán por lo tanto una adaptación tan drástica que al regresar a la Tierra su adaptación será difícil. La primera modificación y la más evidente afectará a la distribución de los líquidos corporales. Unos dos litros de sangre se trasladarán de las piernas hacia el tórax y la cara. De manera que la cara será más redondeada y los párpados tenderán a hincharse, confiriendo un aspecto asiático al rostro. Los ojos se enrojecerán y las venas faciales se dilatarán. La nariz estará más congestionada. La frente y el rostro tendrán venas dilatadas. El cerebro será más grande y con una mayor irrigación sanguínea. El cuello, los brazos y las manos también tenderán a aumentar de tamaño, mientras que los músculos de las piernas se hipertrofiarán, al no tener que vencer la fuerza de la gravedad para caminar, con lo que adoptarán el aspecto de patas de gallina. El tórax será más corto, porque el diafragma subirá, empujando al corazón, que será más pequeño, hacia una posición horizontal. El abdomen será menos voluminoso, la espalda perderá las curvas fisiológicas y aumentará el espacio entre las vértebras, con lo que ganaremos un par de centímetros de altura. Desaparecerá la curva de los glúteos y esto, unido a la atrofia de los músculos de las piernas, podrá provocar problemas psicológicos de identidad y adaptación en las mujeres, a causa de la reducción de las diferencias físicas con los hombres. Desaparecerán las arrugas, ya que los tejidos estarán más turgentes; en particular los pechos se mantendrán siempre firmes y no se formarán las venas varicosas. La ausencia de la gravedad provocará también una descalcificación de los huesos, pero la fragilidad ósea se verá presumiblemente compensada por una menor frecuencia de fracturas y lesiones traumáticas por caídas. Se reducirá la masa de glóbulos rojos y de hemoglobina, dando lugar a la llamada anemia espacial."

Por otro lado si una población humana abandona la Tierra para vivir en el espacio, tras un periodo relativamente largo de aislamiento, estos individuos, o al menos buena parte de esta población, tenderán a parecerse mucho entre sí. Será un caso claro de deriva génica y aislamiento geográfico-espacial. Tras un periodo largo de permanencia en el espacio es posible que los genes de los individuos hayan sufrido una cantidad tal de mutaciones, recombinaciones y adaptaciones al medio que surja una nueva especie y estos humanos espaciales no puedan reproducirse de nuevo con terrestres. 


8 de noviembre de 2006

Agujeros negros






¿Qué son los agujeros negros? Son enormes concentraciones de materia que está tan comprimida y con una densidad tan elevada que su fuerza gravitatoria es enorme, atrayendo a toda materia y energía, incluso la luz, que hay a su alrededor y “tragándoselas”.

¿Qué sucede con esta materia – energía engullida? Aunque aparentemente desaparece, no debe ocurrir así pues “la materia ni se crea ni se destruye, únicamente se transforma”, según indica la conocida ley física.

¿Se transforma en energía? Aunque se ha calculado que los agujeros negros emiten energía radiante, no parece ser la suficiente para equivaler a toda la materia engullida. Puede que esta materia – energía fagocitada se transforme entre sí pero no se detecta. Quizá pasa a otro espacio – tiempo y da lugar a nueva "materia – energía".

De ahí la relación de los agujeros negros con los agujeros de gusano, que son como túneles de espacio-tiempo, que transportan materia y energía a otro espacio y en otro tiempo, dentro del universo. Son atajos espacio-temporales. Es posible que la bola energética primigenia del big bang sea resultado de un inmenso agujero negro que se ha tragado un universo y lo ha transportado a otro espacio y tiempo, naciendo de nuevo en ese aquí y en ese ahora. Hay que tener en cuenta que los fenómenos naturales se repiten a diversas escalas y en diversos niveles de organización.

Puede que la materia, al transformarse en energía no detectada y en un momento determinado, se hace inestable y el conjunto explosiona, formándose una nueva galaxia, la cual acaba siendo engullida de nuevo por un agujero negro que se forma por la atracción gravitacional que se impone, a la larga, sobre la expansión producida por la explosión. Este proceso, a gran escala, podría dar lugar a un universo por explosión, el cual se expande y luego implosiona y así sucesivamente, en un mismo espacio-tiempo o en otro.

Además si la materia curva el espacio, como indica Einstein, los agujeros negros, que son enormes acúmulos de materia, deben curvar enormemente el espacio, quizá hasta romperlo, o darle la vuelta, lo que puede significar pasar a otro espacio distinto.

En el centro de cada galaxia espiral, parece ser, existe un agujero negro de enormes proporciones que engulle todo tipo de materia (estrellas, etc.) que están a una cierta distancia crítica de él. En una galaxia de este tipo hay dos fuerzas opuestas: la fuerza de la gravedad, que forma este agujero negro y traga materia próxima a él; y la fuerza centrífuga, que provoca una tendencia a la expansión de la materia que está en la periferia de la galaxia. Sí las dos fuerzas se equilibran, la galaxia se mantiene estable; si la fuerza de la gravedad se impone, la galaxia acaba destruyéndose... desaparece dentro del agujero negro. Como la materia no se destruye ni se crea, se transformará en energía que será expedida a través de un agujero de gusano por un agujero blanco a otro espacio-tiempo, generándose (creándose) ¿una nueva galaxia?...

A una escala mayor, quizá se podrá formar un nuevo universo por una gran explosión a partir de un universo implosionado en un gran agujero negro y que sale en forma de energía que explosiona por el correspondiente agujero blanco en otro espacio-tiempo... y así sucesivamente, siendo la materia – energía, eterna y en continua transformación.